MVZ Luis Munguia Martinez
Los camaleones son de los lagartos más fascinantes por las diferentes capacidades adaptativas que poseen. Existen muchas especies de estos lagartos (alrededor de 160), algunas con cuernos, otras con cascos o crestas, además de colores y tamaños variados.
Debido a esto, se están convirtiendo en animales de compañía no convencionales, pero son mucho más delicados que un perro o un gato ya que sus necesidades básicas para llevar acabo sus funciones fisiológicas son diferentes a las que se está acostumbrados. Por lo que recomiendo que antes de adquirir uno de estos ejemplares, y si ya lo tienes, necesitas contemplar estos parámetros:
La primer necesidad a cubrir es el hábitat en el cual nuestro camaleón vivirá: Para estos lagartos necesitamos tener una jaula o encierro más alto que largo, recordando que la mayoría de los camaleones que se comercializan en México son arborícolas, por lo que recomiendo que el hogar para nuestro camaleón sea de una especie de malla de orificios amplios y así evitar que se atoren sus garras, además de asegurar las corrientes de aire, como ambientación o adornos es preferible que tenga muchas ramas para que nuestro ejemplar se pueda desplazar a su gusto, follaje preferentemente arboles naturales (Aralia, Schefflera y Ficus), todo esto además que le ofrece refugio y a su vez seguridad, también favorece a la humedad.
La segunda necesidad es la temperatura e iluminación. En el mercado existen diferentes tipos de focos o lámparas para lograr mantener la temperatura adecuada y remplazar la luz solar. Recomiendo utilizar focos tipo spot para lograr tener diferentes gradientes de temperatura y así nuestro ejemplar se desplace libremente cuando tenga frio o calor. Este tipo de calefacción debe estar siempre por fuera de nuestro terrario y protegido para evitar quemaduras. Contemplando el uso de lámparas que además de emitir calor se puede complementar con lámparas especiales que emiten rayos UVB, los cuales son de suma importancia para lograr activar la vitamina D3 que es la encargada de fijar calcio a los huesos. Estos aditamentos serían utilizados durante el día y para la noche, recomiendo que sean focos de porcelana ya que no emiten luz y garantizan que nuestro ejemplar descanse.
La tercera y no por eso menos importante necesidad es el alimento. Antes de adquirir un camaleón debemos saber dónde podríamos abastecernos de los diferentes insectos que formarán parte de su dieta. Los camaleones se pueden 
alimentar de cucarachas (lobster, dubia, runer, madagascar), gusanos (tenebrios, zofobas, wax) pero lo más comercial y recomendado es que la dieta sea a base de grillos y esporádicamente ofrezcamos los demás insectos. Estos lagartos necesitan comer diario y su alimento debe de estar vivo y lo mejor nutrido para asegurar que nuestro camaleón crezca sin ninguna carencia. Una vez solucionado el problema de los insectos solo nos quedaría esperar a para que nuestro camaleón presuma su forma de casar la comida.