Generalidades del Sistema Cardiovascular de los Anfibios

por MVZ Erick Cortés Bravo

 

Aunque nos podrán parecer poco evolucionados, los anfibios y su estrecho vínculo con el agua los hace poseedores de adaptaciones anatómicas y fisiológicas complejas para desenvolverse en este medio. Como ya hemos visto en el Blog anterior donde se habló del sistema cardiovascular de los reptiles, el de los anfibios tiene las mismas características (vascular, cerrado, doble e incompleto) y se compone por el corazón, la red vascular y la sangre.

Los anfibios son los vertebrados con los eritrocitos más grandes (13 -22 µm), y al igual que en los reptiles también tiene forma elíptica y son nucleados.

En cuanto a la estructura de su corazón son los únicos vertebrados terrestres con un solo ventrículo sin divisiones (con excepción del género Siren sp. que presentan un tabique interventricular incompleto). A pesar de esto, el ventrículo posee estructuras que permiten la separación de los circuitos sanguíneos por lo que la mezcla de sangre dentro de este es mínima; estas estructuras tienen el nombre de “trabéculas” y son depresiones en las cuales la sangre mas densa queda atrapada, mientras que la de menor densidad se almacena en el centro de la cámara ventricular. La sangre es separada y enviada a los vasos sanguíneos correspondientes por la válvula espiral.

En los anfibios existen tres tipos de respiración, la pulmonar, la branquial y la cutánea que repercuten en la anatomía del sistema cardiovascular. En las salamandras apulmonadas (Plethodontidae) la aurícula izquierda esta ausente, mientras que en las neoténicas el septo interauricular puede estar reducido o perforado.