Lacertilios y su influencia cultural
por Biol. Andrés Kobe
El grupo de los lacertilios o lagartijas es multidiverso, por lo que podemos encontrar especies de todos los tamaños, formas y relaciones ecológicas. Pocas especies son venenosas o representan algún riesgo para la especie humana, sin embargo, ocurre lo mismo que con la mayoría de los reptiles, al ser objeto de mitos terminan asesinados o despojados de su libertad. Por ello al igual que el primer volumen de serpientes, repasaremos la influencia de los lagartos en la cosmovisión de múltiples culturas humanas.
Considerando la frecuencia con la que observamos lagartijas en los asentamientos urbanos de nuestro país, es casi lógico iniciar analizando la cosmovisión de nuestros pueblos originarios. En el centro de México, los pueblos originarios han estado en constante contacto con los lacertilios, atribuyéndoles valores variados, desde uso medicinal hasta adoración; es el caso de las poblaciones Ticumán y Barranca Honda en la Sierra de Montenegro, Morelos, quienes consideran al Camaleón Mexicano (Phrynosoma taurus) un amuleto para atraer la buena suerte.
En los últimos años ha sido rutinaria la presencia de iguanas en las zonas urbanas y turísticas del sur de México, sobre todo en el estado de Quintana Roo. Esto brinda esperanzas en pro de la conservación de iguanas, debido a que las personas interactúan con ellas en vez de cazarlas o simplemente asesinarlas, aunque no es la primera vez que nuestra especie se relaciona con estos lagartos. Para la cultura azteca los lagartos representaban más que sólo lagartijas, Xochitonal era uno de los principales personajes de su cosmovisión, al ser representada como una iguana sumergida en las aguas oscuras del Apanhuiayo, unos de los sitios de paso para que los muertos llegaran al Mictlan.
Encontramos más representaciones de lagartos en otras culturas humanas del mundo, como en el megadiverso Australia. En este país la relación de pueblos originarios (conocidos como aborígenes) con el resto de la población es fuerte y positiva, por lo que sus historias y leyendas continúan transmitiéndose a las siguientes generaciones. Resaltan las canciones que narran los pueblos Anangu Pitjantjarjara sobre Ngintaka el lagarto gigante (similar a un varano) cuyo desplazamiento creó las formaciones rocosas del centro y sur de Australia, al mismo tiempo el movimiento constante de su cola barrió y desplazó la arena extendiendo aún más los desiertos. Una vez finalizado su traslado, Ngintaka reposa en la formación rocosa más alta, vigilante y expectante.
Por su similitud con las lagartijas en sus representaciones, los dragones forman parte de los mitos, leyendas, historias, poesía y
canciones de las culturas humanas; es por eso que comprenden el final de esta redacción. Podemos tomar a consideración las obras de Tolkien desde el “Silmarillion” hasta “El Hobbit” que muestran la imagen tradicional Europea de los dragones con Glaurung y Smaug; aunque antes en las Eddas nórdicas de Snorri Sturluson ya se hablaba del dragón Fafnir y su épico encuentro con Sigurd. Claro que estas son las representaciones “conocidas” de estos lagartos, en la cosmovisión Asiática adquieren caracteres tipo serpiente (elongados y extremidades reducidas), lo que nos recuerda a los Amphisbaenia (lagartijas sin patas). En la cultura China la leyenda de Pan Ku habla del huevo sagrado (Pan Ku) del Génesis, el cual es generado y empollado por una figura de dragón, dando el posterior origen del cosmos.
Nuevamente, podemos notar la influencia que ha tenido este grupo de reptiles en la cosmovisión humana, lo que podría, con mucho esfuerzo, volver a percibirse como antes.