Eclosión prematura: Un caso de embriones acelerados

por Biol. Andrés Kobe

Los anfibios son un grupo sumamente interesante en términos reproductivos, desde conductas de cortejo, a técnicas de cópula y por supuesto la oviposición. Como este grupo se desarrolla principalmente en ambientes tropicales, la diversidad de fauna con la que está en constante competencia es alta. Por esto, uno de los aspectos más importantes en la historia de vida de ranas y sapos, es la oviposición, y en algunos casos, el cuidado parental de la puesta.

Muchas ranas arborícolas (familias Hylidae y Phyllomedusidae) utilizan un método particular para proteger sus huevos. Colocan los huevos en el envés de las hojas sobre cuerpos de agua, de modo que se encuentran lejos de peces y otros depredadores acuáticos, dando oportunidad a que se desarrollen, los renacuajos (larvas) eclosionen y caigan directo al cuerpo de agua. Una especie emblemática de Centroamérica y el sur de México es la Rana de Ojos Rojos (Agalychnis callidryas), la cual tiene la misma estrategia de puesta de huevos, pero cuenta con un as bajo la manga ante la presencia de depredadores arborícolas o inclemencias ambientales.

De acuerdo a un estudio publicado en 2016 en el Journal of Experimental Biology por Kristina Cohen y colaboradores, se detectó que los embriones de estas ranas pueden eclosionar antes de tiempo ante las presiones antes mencionadas. Estímulos físicos y químicos derivados del ataque de una serpiente o de una avispa llevan a que los embriones empleen enzimas (generalmente usadas poco a poco para la eclosión regular) de forma masiva, fortaleciendo los músculos y permitiendo mediante un movimiento serpenteante romper la membrana del huevo prematuramente, cayendo entonces lejos del depredador.

El desarrollo completo de un embrión formando el renacuajo conlleva días de duración. La eclosión, lleva varias horas, pero con esta estrategia, los embriones de la rana de ojos rojos lo hacen entre seis hasta cincuenta segundos. Claro, que esto tiene un costo, la cantidad de energía necesaria para evadir a los depredadores eclosionando prematuramente es alta, de modo que los embriones no completan al cien por ciento el desarrollo normal, entonces su capacidad de adaptación a la vida acuática es menor.

Sin duda, es interesante la aplicación de diferentes mecanismos para la evasión de depredadores, pero es impresionante y todavía poco estudiado el desarrollo de estrategias en embriones y larvas. El estudio de la conducta y fisiología de embriones en ranas tiene un largo camino por delante.