por M.V.Z Georgina Andrea Orduña Ruíz
Durante los últimos años se han visualizado las amenazas a las que se enfrentan diferentes especies en su hábitat natural y la importancia de la conservación de la biodiversidad, por lo que diversos países han adoptado las siguientes estrategias de conservación:
- In situ: Permite proteger a las especies en el hábitat que las alberga, que incluyen la creación y mantenimiento de áreas naturales protegidas y programas de ordenamiento ecológico del territorio.
- Ex situ: Esta modalidad se realiza bajo cuidado humano fuera del área natural en la que habita, orientada a la recuperación de especies que se encuentran en peligro de extinción y en la mayoría de los casos, posterior reintroducción, así como la preservación de su material genético.
México no es un país ajeno a estas modalidades, sin embargo, aún existe desinformación sobre las estrategias que permiten proteger a las especies que se encuentran en peligro y los logros de dichos instrumentos en pro de la conservación. Especialmente de la conservación ex situ, habiendo confusión con otras modalidades de tenencia de fauna silvestre, por lo que es importante resaltar sus aportes y su papel en la gestión de la biodiversidad.
El Convenio sobre Diversidad Biológica establece que: “Las medidas de conservación in situ deben complementarse con las medidas de conservación ex situ para intentar mantener y mejorar la calidad genética, evitar su deterioro y garantizar un estado de conservación satisfactorio de especies silvestres”. Por lo que esta modalidad de conservación ha ganado relevancia de manera paulatina para secundar a la primera, especialmente frente al incremento de especies en extinción.
Son variados los esfuerzos de conservación ex situ que se llevan a cabo en nuestro país para la conservación de especies nacionales. Algunas de las iniciativas más notables son las siguientes:
- El Sapo de Cresta (Incilius cristatus), cuya distribución natural incluye la Sierra Norte de Puebla, logrando su reproducción ex situ en un programa de conservación liderado por el M. en C. José Alfredo Hernández (Africam Safari). La liberación de estos individuos se realizó con la comunidad, sensibilizando a la población a participar como guardianes de la especie y cambiando la percepción negativa que existía hacia estos anfibios,
- El Lobo mexicano (Canis lupus baileyi), constituyó uno de los primeros proyectos de recuperación considerados en el Programa de Conservación de la Vida Silvestre de 1997, con acciones que incluyeron la rehabilitación bajo cuidado humano y reintroducción en su rango histórico. Con el nacimiento de al menos 9 camadas con 30 cachorros en total para septiembre del 2012, gracias a los esfuerzos de los Zoológicos de San Juan de Aragón, Los Coyotes y Chapultepec.
- El Cóndor de California (Gymnogyps californianus) ha sido otra especie partícipe de un proyecto de recuperación exitoso ex situ con la reintroducción de ejemplares en el Área Natural Protegida Sierra de San Pedro Mártir. Esta especie se consideraba extinta en estado silvestre para el año 2010; sin embargo, gracias a los Zoológicos de San Diego y Chapultepec y el apoyo de autoridades, han cambiado su categoría a “peligro de extinción”.
Es importante mencionar, que en todas las anteriores, existe una estrategia de rastreo periódico, para dar continuidad al estado de los ejemplares liberados, evaluar su adaptación a la vida libre y monitorear el tamaño de sus poblaciones, de esta manera se puede asegurar el éxito de estos programas.
El papel actual de proyectos e instituciones de tipo ex situ en el mundo es muy valioso para la conservación, no solo por sus considerables logros en la investigación, reintroducción y preservación del material genético, sino también por su trabajo en la divulgación de información a sus visitantes, fungiendo como verdaderos centros de educación ambiental, sensibilizando a público de todas las edades sobre la importancia de la biodiversidad y su papel como ciudadanos en la protección de todas nuestras especies.
No obstante, es importante recalcar que para que los centros de conservación ex situ puedan cumplir sus metas respecto a la protección y cuidado de la fauna silvestre, necesitan de un esfuerzo multidisciplinario, donde también deben participar entidades de gobierno y público general, para hacer de esta modalidad efectiva para la conservación de nuestro patrimonio biológico.